El Archivo Histórico de la Provincia conserva casi dos millones de documentos, con un esfuerzo loable. Las firmas de grandes personalidades y hasta los juicios más insólitos de hace más de un siglo, permanecen intactos, al alcance de los amantes de la historia. Abundan las curiosidades
Santiago de Liniers, Facundo Quiroga y Domingo Faustino Sarmiento, son sólo algunas de las personalidades de nuestra historia que tienen su lugar en el Archivo Histórico de la Provincia. Otros nombres, quizás no tan populares, también están presentes en esta institución, que en diciembre cumplirá 80 años. Casi dos millones de documentos se conservan en el Archivo Histórico que, desde 2003, depende del Instituto Cultural de la Provincia. Hay algunos que se destacan por ser tan preciados como llamativos. Y Claudio Panella, director del Archivo “Dr. Ricardo Levene”, los mostró con orgullo a Hoy. “No sólo buscamos preservarlos, sino también difundirlos”, contó el historiador. Los originales Si algún amante de la historia quiere bucear sobre el caudillo Facundo Quiroga, podrá encontrarse con el sumario levantado en 1835 contra los asesinos que le hicieron una emboscada en Córdoba. “Hoy atesoramos esos papeles por una decisión de Juan Manuel de Rosas, que dudaba de que el gobernador cordobés estuviese implicado”, recuerda Panella. Tan legible como si el tiempo no hubiera pasado, se conserva la firma de Santiago de Liniers en una disposición que firmó tras las invasiones inglesas con su puño y letra. También hay documentos del Marqués don Rafael de Sobremonte, y cartas del mismísimo Domingo Faustino Sarmiento. La historia curiosa Entre esas páginas amarillas, apenas corroídas por el paso del tiempo, aunque muchas tienen más de 200 años, hay llamativas historias. Un ejemplo de esto es el juicio que una mujer, en el año 1792, le inició a su marido por haberle cortado el pelo. Y la “prueba del delito” quedó registrada en los documentos judiciales de la “Real Audiencia”, como por entonces se denominaba a la Justicia. “En aquella época, cortarle el pelo a una mujer era símbolo de agravio”, explica Panella, al tiempo que señala un mechón del polémico cabello que perteneció a Manuela Moreira, la dama ofendida con su impetuoso marido. Así de curiosos son también los documentos de otro juicio que le hicieron a un comerciante en 1880, que tuvo la osadía de vender pecheras en lugar de camisas, como este porteño aseguraba. Claro, la indumentaria también quedó archivada sobre el dorso de las páginas judiciales, y hoy forma parte del catálogo provincial. “Somos custodios de algo que es de todos los bonaerenses”, concluye Panella, que dirige el Archivo de la Provincia desde 2002. El Archivo funciona en el Pasaje Dardo Rocha, ubicado en 6 y 50 de La Plata.